El dormir (o el sueño) es una conducta compleja y fascinante que ha evolucionado a lo largo de millones de años. Es una necesidad biológica que esta presente en todas las especies de una forma u otra, incluso en las bacterias (posiblemente no exista en algunas especies de peces que se encuentran en las profundidades, en donde no se experimentan cambios de luz). El tener sueño por la noche es una señal de que nuestro cerebro se esta “apagando” lentamente y estamos menos alertas, pero ¿Por qué?

Siendo una conducta tan compleja, probablemente tiene muchas funciones diferentes. Una de ellas, es para conservar energía durante los periodos del día en los que la actividad puede resultar peligrosa; por ejemplo, los humanos y muchas otras especies tenemos más visibilidad por el día; si nuestras actividades (ej. encontrar comida) las realizáramos durante la noche, correríamos más peligro porque podríamos encontrarnos con algún depredador que tenga mejor visibilidad de noche, es decir; el sueño evolucionó para protegernos y conservar energía durante los periodos en los que somos mas vulnerables. Es por esto que las necesidades de sueño varían según la especie; dependiendo de cuantas horas dediquen a encontrar comida o qué tan seguros pueden estar cuando duermen. Por ejemplo, los animales que están muy por debajo de la cadena alimenticia tienen menos horas de sueño (esto explica por qué los humanos y los leones somos tan flojos). Sin embargo esta no es toda la historia. Los delfines necesitan respirar oxigeno constantemente, es por eso que cuando duermen, la mitad de su cerebro esta despierto para poder seguir nadando, salir a la superficie y respirar, mientras el otro hemisferio duerme. Durante la noche, ambos hemisferios se toman turnos para dormir para que todo el cerebro descanse. Evidentemente esta forma de dormir consume mucha energía porque mantiene al delfín activo y nadando, así que conservar energía no puede ser la única función del sueño.

Otra importante función que se le atribuye al sueño es la de restaurar el cerebro y promover el aprendizaje y las capacidades cognitivas. Uno puede inferir esto observando lo que sucede cuando pasamos mucho tiempo sin dormir: la concentración se dificulta, la memoria falla y el desempeño disminuye. Esto sucede porque cuando pasamos mucho tiempo despiertos, las concentraciones de GABA en nuestro cerebro aumentan. El GABA es el principal neurotransmisor inhibitorio del cerebro (apaga nuestro cerebro), el cual también se segrega cuando tenemos mucho sueño y mientras dormimos. La gran cantidad de GABA en las neuronas cuando tenemos falta de sueño interfiere con la transmisión sináptica de las neuronas y nos “obliga a dormir”.

Por otro lado también sabemos que dormir mantiene y mejora las funciones cognitivas como la memoria. Si la gente aprende algo nuevo y después se va a dormir, la memoria del aprendizaje es más fuerte y se retiene por más tiempo que si no fuera a dormir. Lo que hace el cerebro es “repasar” las conexiones neuronales recientemente formadas (el aprendizaje) durante el sueño. Una de las principales áreas del cerebro encargadas de formar recuerdos y consolidar el aprendizaje, localizada en el sistema límbico, se llama hipocampo. Se ha observado que el hipocampo esta muy activo mientras dormimos y que el mismo patrón de actividad sináptica que se utilizó cuando se formó la memoria, se repite durante el sueño. La privación de sueño en nuestro cerebro puede tener efectos permanentes, generando cambios estructurales, por ejemplo; un estudio demostró que las personas con insomnio crónico suelen tener el hipocampo significativamente más pequeño que las personas que duermen bien (Riemann et al; 2007).

El sueño también cumple otras funciones importantes para el resto del organismo y no solo para el cerebro; como restaurar nuestro cuerpo. Por ejemplo, la privación de sueño tiene como consecuencia que se reduzca la función de nuestro sistema inmunológico, lo que interfiere con la capacidad del cuerpo para sanar y protegerse. Esto se debe a que la hormona del crecimiento se segrega durante la noche mientras dormimos, lo cual contribuye al crecimiento durante la infancia y al buen funcionamiento del sistema inmunológico durante el resto de la vida. Si se interfiere con la secreción de la hormona, se interrumpen también estos procesos reparativos y de crecimiento.

A pesar de que el sueño es una parte indispensable para nuestra supervivencia, el estudio científico del sueño es relativamente joven. Sabemos mucho acerca del sueño y sobre algunas de las funciones que cumple, sin embargo hay muchas cosas que todavía no entendemos con exactitud. Por ejemplo, no comprendemos bien por qé soñamos, o por qué el sueño tiene diferentes fases y cual es la función de cada fase. Sin duda necesitamos de más investigación que nos ayude a responder estas y otras preguntas.

 

Referencias.

- Freberg, L. (2010) Discovering Biological Psychology. 2nd ed. Wadsworth.

- Kalat, J. (2009) Biological Psychology 10th ed. Wadsworth

- Mueller, A. et al (2008) Sleep deprivation can inhibit adult hippocampal neurogenesis independent of adrenal stress hormones. Am J Physiology, 294:R1693-R1703.

- Riemann, D. et al (2007) Chronic insomnia and MRI-measured hippocampal volumes: A Pilot Study. SLEEP, Vol. 30, No. 8, 2007.